El
modelo de Ohlson (1995) se basa fundamentalmente en información
contenida en las cuentas anuales, lo que supone una gran ventaja dada
la disponibilidad de esta información. En concreto, este modelo
toma como punto de partida el tradicional modelo de dividendos, pero,
en lugar de poner el énfasis en la distribución de valor,
centra la atención en los determinantes del valor, siendo las
variables contables relevantes el neto patrimonial y el resultado.
Además, junto a estas magnitudes, el modelo contempla la inclusión
de cualquier otra información capaz de reflejar
aspectos aún no considerados por el sistema contable pero que
afectarán a los
resultados en el futuro.
Para pasar del modelo de dividendos al de Ohlson (1995) se requieren
dos condiciones. La primera, conocida como condición de excedente
limpio, implica que el cambio en el neto patrimonial durante
cualquier periodo es igual al resultado de dicho periodo me nos los
dividendos; netos de aportaciones y reintegros de capital, de esta
forma se obtiene el modelo de resultado residual, en virtud del cual
el valor de una empresa es igual al neto patrimonial más el
valor actualizado de todos los futuros resultados anormales o residuales.
La segunda condición se refiere a la formación de las
expectativas sobre los resultados residuales futuros; tal y como propone
el razonamiento económico y evidencia la observación
empírica, se supone que los resultados anormales tienden a
desaparecer a lo largo de los años, es decir su persistencia
es limitada. De esta forma se obtiene una función de valoración
simple y cerrada, pero flexible, que puede adaptarse a diferentes
contextos, en la que la importancia de los dos componentes fundamentales,
neto patrimonial y resultado, depende de la persistencia del resultado
anormal.
En cuanto a la variable otra información, si bien
Ohlson (1995) no precisa cómo determinarla, normalmente se
han utilizado las predicciones de los analistas financieros sobre
los resultados futuros, ya que se supone que estos agentes disponen
de información adicional a la contable, pero también
se podría obtener de otras fuentes, como por ejemplo, predicciones
de la dirección. De esta forma se enriquece el resultado de
la valoración y se ajusta a las características de la
empresa en cuestión.
El documento expone en la parte primera los fundamentos teóricos
del modelo, destacando su racionalidad económica más
que su formulación matemática, y en la
segunda parte se plantea una propuesta para su aplicación.
Finalmente en los anexos se aplica la metodología propuesta
a una empresa española en diversos escenarios y momentos para
la valoración.